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Estafas de empleo: Comerciales y promotores

Estafas de empleo: Comerciales y promotores


No es ninguna novedad que a día de hoy y por el motivo de la famosa "crisis" nos han tenido atados y calladitos hasta la humillación más extrema y la esclavitud. Ya no sólo se han suprimido muchos de los derechos de los trabajadores que con tanto sudor y lágrimas se consiguieron en las pasadas décadas que, aun siendo insuficientes, se conseguía vislumbrar algo de claridad al final del túnel. Ya se han encargado de generar una crisis mundial que, oh sorpresa, en España nos tocó con más fuerza al juntarnos con otra, la conocida como "la crisis del ladrillo". No es nada nuevo que hagan con nosotros lo que quieren, sobretodo desde que el gobierno del PP fue elegido por mayoría absoluta. No es que el PSOE fuera una maravilla, pero como somos como los guiris en la playa, no vamos a aprender nunca.


El futuro ya está aquí, y como todo, Internet es una herramienta para todo tipo de intereses, incluido la búsqueda de trabajo. Hay webs especializadas en este tipo funciones. La gente suele leer ofertas interesantes, en las que te prometen un trabajo estable y sin más te apuntas sin pensar de qué se puede tratar, ya que no te lo explican con claridad, pero bueno, es gratis y vas a ello.

Es impactante observar la cantidad de empleos de comercial/promotor que se ofertan en este tipo de sitios. Los mensajes sueles venir acompañados de frases buenrollistas del estilo: "¡TE BUSCAMOS A TI!", o "¡empieza a trabajar mañana!" La verdad es que lejos de resultar fiables ya de por sí, además me cabrean de una forma única. Pero voy a ese tipo en las que las descripciones del puesto es tan ambiguo que al mandar tu candidatura no estás seguro a dónde lo has hecho, pero ¡hemos venido a jugar! A los días tu teléfono suena con la gran noticia de que quieren hacerte una entrevista personal, te citan en un sitio y a una hora y tú acudes.


Todo este tipo de ofertas estafa suelen mantener un mismo patrón que no varía demasiado. Cuando llegas a aquel sitio te encuentras a unos secretarios o secretarias en una mesa de lo más cutre e inundados de papeles con miles y miles de currículum de toda la gente que ha estado acudiendo allí. Normalmente, y según mi experiencia hay una única variable en todo este proceso vergonzoso: la entrevista personal o en grupo.

Una vez me citaron en un sitio muy extraño y en el que me pidieron acudir con traje a tal sitio. Yo, lejos de obedecer aparecí con una camisa, aunque tampoco entendía por qué. al llegar al edificio de oficinas que también era compartido con otras empresas muy raras que no conocía, me metieron en una sala con mucha gente más y me hicieron rellenar un formulario con mis datos. Después de un buen rato esperando y escuchando risas provenientes de la sala de al lado, comenzó a salir gente de allí y unos extraños hombres con traje se acercaron a nosotros invitándonos a entrar en aquella habitación. Cada uno de ellos se emparejaba con cada uno de nosotros y se presentaba de forma muy cordial. Al entrar en la sala se sentaban a nuestro lado. Todo daba muy mal rollo. Poco después comenzaba una exposición en Power Point y una mujer nos contó que éramos muy afortunados por ser preseleccionados para trabajar en una de las mejores empresas de España, y que esa gente trajeada que estaba a nuestro lado serían nuestros instructores si finalmente éramos seleccionados. De vez en cuando aquel tipo me miraba sonriendo, pero prefería no mirarle, me ponía bastante nervioso. Después de todo este show, la presentación acabó por fin, y aquel hombre me preguntó qué me había parecido, yo le agradecí su invitación pero le dije que me largaba de allí, eso sí, muy educadamente.

La sensación que me llevé era que aquella gente con traje habían sido víctimas previamente de la tiranía de aquella empresa de cuyo nombre no recuerdo. Su función era introducir a más gente en aquella secta. Se habló de todo en aquella presentación, menos de lo que íbamos a cobrar. Eso sí, nos intentaron comer el tarro de lo divertido y elegante que resultaba la venta a puerta fría, que es la forma de definir ahora al tocapelotas que llama a tu casa para venderte alguna mierda, los nuevos Testigos de Johová, vamos.

Luego está la entrevista personal, ésta es más divertida. Primero te hacen esperar en una sala similar con más gente, gente que tiene esa cara de: "no sé dónde coño me han metido". Para los que hemos vivido aquella experiencia tantas veces ya nos olemos la historia, pero siempre te quedas por curiosidad o por educación, la misma que no tienen ellos al intentar estafarte. Al escuchar tu nombre te meten en un despachito en el cual te empiezan a preguntar por tu experiencia laboral, aunque tienen tu CV delante de su cara, pero quieren profundizar, algo normal. Lo que no es normal es que comiencen diciendo que tu trabajo no consiste en vender nada a nadie, que tu función sería otra, pero sorpresa otra vez, acaban ofreciéndote precisamente eso, vender. Lo cual te hace pensar a qué viene aquella charla inicial con tanta tontería para definir todo en un simple: aquí te queremos para que hagas el capullo trabajando a comisión currando 12 horas al día por un sueldo de mierda que girará en torno a lo que vendas y trabajes pagándote tú mismo el transporte. Algo así.

Un día acudí a un sitio similar en el que el producto a vender era una aspiradora, pero no una aspiradora cualquiera, estaba diseñada por la NASA, y no sólo servía para... ¿aspirar? Además también lijaba paredes, pintaba y daba masajes. A primera impresión podría resultar la bomba, pero la verdad es que tenía que ser una gilipollez más. La mujer que me entrevistó me contaba que ella era odontóloga, pero que decidió dejarlo para trabajar allí y que ganaba una pasta, y que claro, tuvo que empezar por abajo, como todos nosotros. Vamos que no sé qué hace Cristiano Ronaldo ganando tan poco en el Real Madrid cuando podría estar vendiendo aspiradoras de la NASA.

Es indignante ver como estas empresas que operan sin ningún tipo de pudor hacia el trabajador siguen en expansión y cada día más, aprovechándose de la necesidad de algunas personas que nos les queda otra que tragar. Nunca he conocido a nadie que haya aceptado ninguno de estos trabajos, pero claro, alguien picará ¿y después qué? Es más, es que dudo de la legalidad de muchos de ellos, aquellos locales en los que se hace dichas entrevistas dan muy mal rollo tan solo con pisarlos.

Lo peor de todo es que ésto está a la orden del día, y que cada vez más este tipo de ofertas se extienden por toda la geografía y nos hacen verlo con absoluta normalidad cuando deberían ser repudiadas por el 100% de la población e incluso denunciadas en cualquier medio de información.

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