Las cadenas de Whatsapp

Las cadenas de Whatsapp

Ya casi cuesta recordar aquellos tiempos en los que no existía la mensajería instantánea para teléfonos móviles. La revolución de la comuncicación avanza a pasos de gigante. Pero no todo es bueno. El Whatsapp es un arma de doble filo en el cual puedes sumergirte en lo más profundo del sinsentido, y es algo que me cabrea.


Cuando todo ésto empezó, era un servicio gratuito del que todo el mundo gozaba. Luego decidieron cobrar una cuota anual por utilizarlo, y la gente entró en cólera alegando que iban a dejar de utilizarlo, que era una vergüenza y que no estaban dispuestos a pagar la ridícula cifra de menos de 1€. Luego recularon y vamos que si la pagaron. Para los usuarios de Iphone continúa siendo gratis.

Pero no es a esto a lo que iba hoy, sino aquellas cosas que se reciben a esta aplicación a través de nuestros contactos, o de grupos de contactos en los que por cierto se suele acumular la mayor basura de la humanidad, y en los que parece que no existe el menor filtro a la hora de enviar todo tipo de archivos. Hay personas muy dispares que forman estas pequeñas elites ya que se suelen especializar en un solo tipo de contenido que puede ser: fotos, audios, porno (el más extendido por estadística), vídeos de humor (absurdo, negro, erótico, desagradable...), vídeos de perritos o todo tipo de animales, y de bebés riéndose y haciendo cosas que supuestamente son graciosas de ver haciendo a un niño. Cabe decir que no soporto ninguno de estos dos últimos.

Pero si hay algo que me cabrea de una forma exagerada es algo que también ha estado de moda desde los inicios de Internet, aquellos tiempos en los que tenías una cuenta de correo electrónico y te la saturaban con power points de gilipolleces que te mandaban tus amigos o familiares. Luego aparecieron las típicas cadenas por SMS de: "si no envías este mensaje a 10 contactos esta noche morirás, tu y toda tu familia", o "para encontrar el amor verdadero reenvía esto a 30 contactos, y esta semana encontrarás a aquella persona tan especial". La gente se dejaba cantidades ingentes de dinero con este tipo de idiotedeces.

Pero todo aquello quedó atrás, y a todos aquellos indecisos que preferían arriesgarse a los malos augurios por no gastarse la pasta, se les abrió un nuevo mundo cuando comenzó el mundo de los smartphones, con los que se podría dar rienda suelta a este tipo de mierdas sin gastar un solo céntimo extra.

La bienvenida del Whatsapp. Todo el mundo lo recibió encantado de la vida. Pero lo cierto es que a parte de esclavizarnos casi las 24 horas del día, nos demostró que muchos de nuestros círculos de amigos y familiares no tienen ni puta idea de escribir, y ejemplos como el tema de: "a ver" y "haber" todavía no ha quedado demasiado claro. Pero eso es harina de otro costal. El caso es que los grupos fueron surgiendo, y tú, sin saber cómo ni por qué te viste en uno, luego en otro, y luego en millones. Un puto coñazo. Pero era cuestión de tiempo que volvieran a surgir las malditas cadenas de mensajes. Copiar/Pegar, y tan sencillo. Desde las míticas: "El otro día una amiga de mi madre se encontró a un árabe en el supermercado que le faltaban 10 céntimos para pagar el pan, y ella se los prestó, a lo que él contestó: "gracias, el próximo sábado procure no estar en Salamanca", Y se largó". Éste es un clásico entre los clásicos, pero hay muchos más como: "¿no habéis notado que en las comisarías están muy nerviosos? Eso es que se está preparando un atentado muy gordo, pero no quieren avisar para no crear alarma, pero procurad no subir en Metro esta semana. No es broma, me lo ha dicho un amigo policía". Supongo que eso es muy subjetivo, ya que ¿el amigo de quien es? ¿El primero que lo escribió para salvar a la humanidad? Supongo que si no se pretende crear alarma a la población no se dice a nadie, y menos a tu amigo o amiga bocazas.

Luego hay otro tipo de cadenas, las favoritas por los padres. -"Mira hijo, me han mandado este vídeo en el grupo del curro. Mira qué gracioso JAJAJAJAJA"-. Tú, al ver semejante gilipollez, tienes que soltar una sonrisa falsa para que no se sienta ofendido, pero no entiendes por qué tu padre te enseña ese vídeo, en especial aquellos vídeos de mujeres desnudas haciendo cosas que preferirías seguir ignorando que pudieran hacer. Las madres en cambio, prefieren más vídeos de animalitos en 3D contando chistes verdes, y que también deberían hacernos partirnos el culo. Lo que pasa es que esos chistes ya existían desde la época de Pedro Reyes, y con voces aceleradas con las que también se le introduce otro aliciente de humor que jamás podré entender.

Mi consejo es que huyáis de este tipo de modas, ya que seguro que tenéis el típico gilipollas en vuestros odiados grupos que parece que únicamente se dedica a rastrear este tipo de contenido para envíarlo. Creo que es cosa de un gen defectuoso, que hace sentir debilidad por ese tipo de... ¿humor? O de advertencias cada vez más gores. Me gustaría pensar que el resto estamos liberados de esos temas, pero lo cierto es que la pregunta que me lleva años rondando es: "¿Cuando sea padre, empezaré a descojonarme con ese tipo de mensajitos?". La simple idea de que eso pueda llegar a ocurrirme me asusta, y hace que me sobrecoja.