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VERGUENZA NACIONAL

VERGUENZA NACIONAL


Se acerca el verano, y con él, el buen tiempo. Las fiestas de los pueblos comienzan a instalarse. Todo es júbilo y alegría, también alcohol, drogas y peleas. Lo cierto es que a ciertas horas de la noche, cuando la gente va tan pasada de rosca, se puede entender que este tipo de actividades a día de hoy sigan existiendo. Y es que unos de los espectáculos favoritos por la élite paleta de este país reside en la aclamada Fiesta Nacional, aquella que consiste en sacar a un animal al ruedo, humillarlo, herirle y una vez que no puede más matarlo por mera diversión, mientras una panda de neandertales se limita a aplaudir y a enorgulecerse del verdugo vestido de payaso que da vueltas por las plazas de toros.
Pero como casi todo, no se limita exclusivamente a las fiestas, eso lo sabemos todos. Como tal hay un negocio detrás de todo este tipo de actividades. Los toreros son seres comúnmente analfabetos que su único trabajo ha sido el antes descrito. La verdad no puedo entender que alguien pueda nacer con la pasión en la cabeza de arrebatar a un ser tan noble como un animal la vida, y luego denominarlo "arte".

He tenido conversaciones de todo tipo con gente taurina, sí, aquel colectivo que defiende esta... cosa y utiliza algunos argumentos bastante absurdos, y además los hay de todos los colores: que el animal disfruta al ser herido, que si no existiese el mundo del toreo no se podrían mantener las dehesas taurinas, que si tu comes carne cómo quieres que maten a los animales que consumes... un largo etcétera de lo más estúpido. Pero vayamos por partes.

1. Eso de que el animal disfruta al ser torturado, ya de por sí me parece una completa gilipollez. El único animal que conozco que disfruta de ese tipo de cosas es el hombre, y no todos, sino aquella gente que disfruta con el sadomasoquismo y ese mundillo del cual no me voy a meter a comentar ya que no poseo demasiados conocimientos. Bueno, supongo que la gente como Rita Barberá cuando va al mercado en campaña electoral y salió calentita con los abucheos.

Lo curioso es que una persona me contó que había científicos que habían demostrado que a causa de la adrenalina, el toro experimenta una sensación similar al orgasmo cuando está corriendo por el ruedo y sangrando. La verdad, me gustaría coger a esos supuestos científicos y ponerme a darles patadas en los huevos durante una hora mientras les pongo al filo de un balcón para que les suba la adrenalina. Os juro que si se corren del placer, me voy inmediatamente a Las Ventas a coger mi entrada para la próxima corrida (de toros).

2. Esa deducción de que si no hay toreo no se podrían mantener las granjas y campos en los que se crían este tipo de animales. Bueno, supongo que algo de verdad habrá en ello. Es un negocio, y como tal habrá quien se lucre con ello, por lo tanto para alcanzar ese fin tiene que invertir, eso lógica pura. Supongo que mantendrán muy bien todas esas instalaciones para que los animales pasten felices y contentos. Pero también recuerdo algo muy similar que ocurrió hace unos años, más o menos en la época de la Segunda Guerra Mundial con esos personajillos de un tal partido llamado "Nacional Socialista". También se invirtió mucho en aquellos campamentos para judíos. En ellos también se los alimentaba, y les mantenían en forma haciendo ejercicio con el pico, con los ladrillos... Pero al final, pasaba algo similar.

Y me pregunto yo: ¿realmente tiene sentido criar a seres vivos para que su destino sea acabar mutilados en la arena de una plaza mientras miles de personas aplauden tu muerte y disfrutan con el show del asesinato en directo? Yo a decir verdad prefiero no nacer para acabar de esa forma, aunque algo me dice que esa excusa tiene sus lagunas. Si el toro bravo se extingue no es culpa de los antitaurinos, o de que haya corridas o no, es simplemente culpa de los que nos gobiernan, y sobre todo del propio ser humano, como tu y como yo.

3. El punto más controvertido de todos. Y sí, yo no soy vegetariano, ni vegano ni nada que se le parezca. Soy consumidor de carne en cualquiera de sus variantes. Respeto y mucho a todo aquel o aquella que honre a los seres vivos negándose a ser partícipe de estas prácticas, pero hoy por hoy yo soy consumidor. Lo cual no quiere decir que cuando como carne, quiera imaginarme la muerte del animal, o ncluso que apoye la forma en que acaban con sus vidas en los mataderos, que en el mayor número de los casos son también muertes horribles, algo que se asemeja mucho a lo que comentaba en el punto dos: eso de criarlos para luego matarlos. Quizá pueda parecer que haya algo de ambiguedad en mis palabras, ya que sería un hipócrita quejarme de uno y de lo otro no. Igual sí, pero creo que hay algunas diferencias. Lo cierto es que en ningún caso disfruto viendo morir a ningún ser vivo, (sí, incluyo a los humanos. ¿Por quien me tomáis, por un psicópata?). Yo entiendo que no mucha gente quiere ver como matan a lo que después se van a comer, aunque bueno, también los hay. Esas fiestas en los pueblos de matanzas, que durante semanas hay sangre por las calles de los pueblos... En fin. Y otra cosa también, es disfrutar ver como es humillado ese pobre toro a ojos de esa muchedumbre sedienta de sangre. Y a decir verdad, me gustaría que a muchos defensores de estas prácticas, les pusieran en el ruedo a algún familiar suyo en lugar del toro, o a ellos mismos. Supongo que la diversión no sería tanta. Aunque el hecho de imaginarme a Rajoy, a Esperanza Aguirre, a Pedro Sánchez o Albert Rivera, entre otros muchos en lugar de algunos toros también me resultaría gracioso, pero bueno, supongo que la idea está captada.

Y es que si sales de España o México, que son los paises más taurinos, o los únicos mejor dicho, la gente no entiende por qué se realiza este tipo de prácticas aquí. Yo no sé a quien se le ocurrió semenjante cosa tan carente de ética y de razón. Demuestra que aunque hayamos llegado a la luna, o tengamos teléfonos móviles con cámara, a nivel de inteligencia nos hemos quedado en la Edad de Piedra. Es hora de despertar un poquito más y revelarse. Hay muchas asociaciones que están en marcha. Os apoyo a que os pongáis en pié y digáis no a la Tauromaquia.

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